Las caras del abuso
- Paula Gabriela Paladino

- 21 sept 2022
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 23 sept 2022

Por lo general, cuando escuchamos la palabra “abuso” lo primero que viene a nuestra mente es la imagen de un acto de abuso sexual de un hombre hacia una mujer y lo que es más difícil de imaginar, cuando el abuso es hacia los niños.
El abuso físico puede variar, desde aquel que causa moretones hasta aquel causante de homicidio, a menudo el abuso físico aumenta hasta ser frecuente y convertirse en ataques serios; algunos ejemplos de abuso físico pueden ser golpes, puñetazos, mordeduras, quemaduras, restringir el movimiento, estrangulamiento, daño de propiedad o de artículos de valor, etc.
El abuso emocional a través de insultos, criticismo constante, hostigamiento, el echar la culpa de todo a la víctima, los celos en extremo, la intimidación y la humillación, muy común en parejas atrapadas en una relación insana y en padres a quienes les resulta difícil el proceso de socialización de sus hijos, en especial de las hijas mujeres en la edad de la adolescencia, cuando por el desarrollo normal y la necesidad de tener una vida en comunidad con amigos de la escuela o actividades deportivas, recreativas etc, ocasionan un clima de desconfianza y hostilidad en el hogar que en muchos casos es el comienzo de estados depresivos severos en adolescentes que podrían llevar hasta el suicidio.
El abuso de autoridad es otra cara del abuso muy común en el ambiente laboral, en este caso el abusador se vale de una sutil manipulación a través del miedo que provoca , y si la víctima se opone expresándose, defendiéndose, sabe que corre riesgo su puesto de trabajo y en algunos casos su reputación.
Cuando estudiamos a fondo el transgeneracional, desplegamos el árbol genealógico de las personas, que cuando llegan a la consulta manifiestan estar viviendo algún tipo de abuso, lo que encontramos es que hacia arriba, es decir, padres, abuelos, bisabuelo, tatarabuelos, y la lista es interminable, también vivieron algún abuso que no es necesariamente el mismo de la persona que se atiende, por ejemplo la bisabuela pudo haber sido victima de abuso sexual, a la abuela el abuelo la golpeaba luego de unas copas, a la madre uno de sus hijos le quita todo lo que tiene, a cambio de los cuidados en la vejez, mientras que la consultante esta sufriendo abuso de autoridad en el trabajo.
¿Qué nos quiere decir todo esto?
Quienes trabajamos ofreciendo terapias como las Constelaciones Familiares y Biodescodificacion Transgeneracional, lo que vemos es que el árbol busca sanarse, si la bisabuela que sufrió abuso no tuvo la oportunidad de sanar esa vivencia tan dolorosa, la historia tiende a repetirse de generación en generación , con algunas variantes como lo puede ser que alguno de los descendientes sea ahora el abusador, hasta que alguien en el clan familiar decida sanarlo y trascenderlo para cortar con la repetición de esta memoria llamada abuso y liberar a las generaciones por venir, el mejor legado que podemos dejarle a nuestros hijos es liberarlos, sanando nosotros, aquellas memorias que tanto dolieron para que ya no se sigan repitiendo.
Paula Paladino




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